jueves, 27 de noviembre de 2014


Mas amor y menos palabras


Más amor y menos palabras

 

Una reflexión de amor

 

De vez en cuando voy a la estación y cojo un tren.

Sin un destino determinado, recorro centenares y centenares de kilómetros, con la intención de llegar a algún lugar desconocido. Para poder tener la sensación de moverme rápidamente de un mundo a otro. Mundos diferentes entre ellos.

Recuerdo que una vez, mientras en la estación esperaba sentado a que mi tren llegase, miraba con curiosidad a las personas que pasaban delante de mí. Distintas entre sí, parecían esperar algo o a alguien. Como si la vida dependiera de aquél “algo” que debería pasar o de ese “alguien” con el que tendrían que encontrarse…

 

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Un saludo

 

 

 

 

sábado, 15 de noviembre de 2014

Desastre


Una crítica sin importancia.

 

Lo nuevo siempre es una versión alternativa de lo conocido, y las situaciones, pese a su disparidad, en sustancia acaban repitiéndose.

Como las historias de amor.

Cuando el desastre no tiene límites, nos vemos envueltos en una nube negra, que nos impide encontrar la salida.

Sólo entonces, nos damos cuenta de que estamos rodeados de la nada.  Sólo entonces, en ese preciso instante, como si una pequeña luz se encendiera en nuestro interior y nos alumbrara el camino, nos damos cuenta de la magnitud del desastre en el que hemos caído. Con ese alguien con el que no tenemos nada en común.

A veces la vida nos engaña. Le pedimos placer, y nos lo da, aunque acompañado por unas “sombras”.

Pero con el tiempo, las “sombras” dejan de ser sombras, y se convierten en realidad. Entonces, tenemos que reconocer que esa historia de amor a la que aspirábamos, no era más que un engaño que nos estaban jugando nuestros sueños y nuestras ilusiones.

Y para que no nos sintamos demasiado solos, nos regalaban la esperanza de que no todo era tan desastroso.

Y para hacernos caer mejor en ese engaño, nos proporcionan a alguien que aparentemente era lo que andábamos buscando.

Esa persona encontrada por casualidad, que…

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Desastre


Una crítica sin importancia.

 

Lo nuevo siempre es una versión alternativa de lo conocido, y las situaciones, pese a su disparidad, en sustancia acaban repitiéndose.

Como las historias de amor.

Cuando el desastre no tiene límites, nos vemos envueltos en una nube negra, que nos impide encontrar la salida.

Sólo entonces, nos damos cuenta de que estamos rodeados de la nada.  Sólo entonces, en ese preciso instante, como si una pequeña luz se encendiera en nuestro interior y nos alumbrara el camino, nos damos cuenta de la magnitud del desastre en el que hemos caído. Con ese alguien con el que no tenemos nada en común.

A veces la vida nos engaña. Le pedimos placer, y nos lo da, aunque acompañado por unas “sombras”.

Pero con el tiempo, las “sombras” dejan de ser sombras, y se convierten en realidad. Entonces, tenemos que reconocer que esa historia de amor a la que aspirábamos, no era más que un engaño que nos estaban jugando nuestros sueños y nuestras ilusiones.

Y para que no nos sintamos demasiado solos, nos regalaban la esperanza de que no todo era tan desastroso.

Y para hacernos caer mejor en ese engaño, nos proporcionan a alguien que aparentemente era lo que andábamos buscando.

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jueves, 6 de noviembre de 2014

los pensamientos de un loco

Espero que sea tan divertido para vosotros leer este texto como para mí ha sido escribirlo.

Por lo demás, no se puede tomar todo demasiado seriamente, ya que, hagamos lo que hagamos, de aquí… no saldremos vivos.

 Si no te gusta el café… No lo bebas.

Si no te gusta el agua… No salgas cuando llueve.

Si no te gusta el mar… Ve a la montaña.

Si no te gusta el cine… No vayas.

Si no te gusta conducir… No te compres un coche.

Si no te gustan las mujeres… Vete con los hombres.

Si no te gusta el pescado… Come carne.

Si no te gusta el vino… Bebe leche.

Si no te gusta hablar… Permanece en silencio.

Si no te gusta la cama… Duerme en el suelo.

 

Obviedad uno:

 

·        ¿Quieres hacer algo importante?

·        ¡Sí!

·        ¿Quieres hacer algo que guste?

·        Síí.

·        ¿Quieres hacer algo único?

·        Sííííí.

·        ¡Cásate!

·        ¿Con quién?

·        Pues…, con alguien.

·        No tengo a nadie.

·        Encuéntralo.

·        No es fácil.

·        Suéñalo.

·        ¿Y cómo lo sueño?

·        Durmiendo.

·        ¿Entonces me voy a la cama?

·        Sí, y tápate bien. Hace frío.

·        ¿Por qué?

·        Para soñar algo que te guste, algo importante, algo único.

·        ¿Y después, qué hago?

·        ¡Cásate!

 

 

 

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