lunes, 17 de junio de 2013

El empresario y el mendigo

Eran cerca de la seis de una tarde de domingo.
Una fina brisa de aire, traía  el aroma de las flores y de los árboles, de lo que la naturaleza puede ofrecer en primavera.
El mendigo, desde hace mucho tiempo, tenia una cita con un viejo amigo, en uno de aquello parques de lo que cuando te sientas en un banco a descansar, no quieres irte nunca. Hacía mucho tiempo que no se veían.
Estuvieron a punto de encontrarse, hace años, por  una casualidad. Pero  las circunstancias cambiaron, y el destino decidió que no era ese el momento.
Aquel domingo tenían una cita para profundizar ciertos detalles que aún no habían definido, antes de  empezar unos largos viajes juntos. Estarían mucho tiempo fuera. Tendrían la  oportunidad de hablar, y de recordar las experiencias vividas cada uno de ellos.
El empresario no conocía el itinerario del viaje, pero  confiaba en el amigo, un veterano siempre dando vuelta por el mundo.
Por su forma de ser, el mendigo prefería los caminos largos y panorámicos. Aquello que lo rodeaba lo hacia sentir bien y lo ponía de buen humor. También dependía de con quiénes viajaba.  Con algunos amigos, como a él le  gustaba llamarlos, era agradable viajar, pero con otros, era realmente insoportable.Estaba seguro de que lo encontraría sentado en un banco mientras  tomaba el aire, como lo hacía todos los domingos por la tarde. Conocía sus hábitos. Habían crecido juntos. Las mismas escuelas, los mismos juegos, siempre muy cerca uno del otro. Quería darle una sorpresa, aunque imaginaba que su amigo ya había preparado todo para la salida. Se arregló como de costumbre. Salió de la casa a un ritmo lento y tranquilo.  Silbando y mirando a la gente que corría  quién sabe adónde, preocupada quién sabe con que.
Era realmente una bella tarde de domingo.
En el parque, la gente se sentaba en los bancos bajo los árboles, con el fin de contemplar las tranquilas aguas del río que atravesaba la pequeña ciudad.
Justo debajo del árbol más florido, el más bello y el más aromático de todo el parque, vio a su amigo sentado mientras lo esperaba. Quizá si el empresario se acordaba de el.
Cuando años antes, fue internado en una clínica, el mendigo se mantuvo noches enteras a su lado.
Fue un accidente en la carretera, debido a un  repentino ataque al
corazón. Estaba muy mal. Sufría. Se comprometía con el mundo entero, y juraba que cambiaría  si se salvaba la vida. A su alrededor, el mejor equipo de médicos y las mejores  maquinarias  para alejarlo de la muerte. Y en medio de tanta gente, estaba también él, su amigo mendigo.
Incluso por la noche, cuando todos se iban a dormir, él se quedaba allí, sentado en silencio, cerca del amigo empresario. Nadie le prestaba atención. Nadie lo miraba. Nadie hacia caso de su presencia. Como si no existiera.
Pero una noche, sin decir una palabra, se fue. Se acercó a una habitación contigua a la del empresario. Un conocido suyo, había sido internado en urgencias por un accidente de motocicleta. Estuvo a su lado, todo el tiempo necesario.
Pero el accidente fue mortal y el amigo sucumbió.
En los hospitales tenía muchos amigos.
Hubo un tiempo en que trabajó en un hospital noches y días. Cuando un edificio de 30 pisos con muchísimas personas en su interior, cayó al suelo, su presencia fue indispensable.
Ahora, a ver al empresario felizmente sentado en un banco, le entraba ganas de reír. Piernas separadas y estiradas que se apoyaban en los talones de los zapatos, los brazos a lo largo del respaldo del banco, con los pantalones desabrochados y la cabeza hacia atrás, no le dejaba lugar  a nadie para sentarse.
El mendigo se le acercó con paso lento y temblante.
-Hola, amigo mío, ¿cómo estás? ¿Te acuerdas de mí? Hacia  tiempo que no nos veíamos. Han pasado 15 años desde la última vez. Te veo en buena forma. Me alegro de encontrarte así... ¿cómo estás?-le dijo con una sonrisa-
- ¿Como? - respondido sorprendido-¿hablas conmigo?
Mira... -cambiando expresión en la cara- Debe de haber un error. No sé quién eres. No te conozco, o al menos no recuerdo conocerte. No puedo recordar a todos. Sin embargo, al ver de cómo te vistes, creo que nunca nos hemos conocido. Así que, ¡vete y déjeme en paz! No tengo un centavo para darte.
-Claro...es cierto. –Respondió decepcionado- Te entiendo, ha pasado mucho tiempo…no puedes recordar.
Sin embargo, no quiero dinero. No pido limosna.
Sólo tener una charla contigo antes de empezar nuestro viaje. ¿Cómo te ha tratado la vida? El trabajo ¿como te va? ¿Eres un hombre feliz por lo que has vivido? ¿Qué has hecho en este tiempo que no nos hemos visto?
El empresario dobla las piernas. Tomó una posición menos relajada. Puso las manos sobre las rodillas. Comenzó a frotarla, y sin apartar los ojos le respondió con un tono atrevido y un poco molesto.
-¡Escucha, amigo mío! No sé quién eres o qué quieres de mí. No veo por qué tengo que responder a tus preguntas inútiles y triviales. Tienes que saber... sólo para informarte,  que soy yo quien hago las preguntas a los demás, y no al revés.  Sin embargo, hoy estás de suerte. Estoy tranquilo, no tengo nada que hacer, y puedo perder un poco de mi tiempo contigo, si no comienzas a aburrirme con tus preguntas. ¿Quieres charlar? ¿Sufres de soledad? Debe ser... Tengamos una charla… sin problemas, pero luego... me haces el favor de irte. ¿El trabajo? Quieres saber cómo van los negocios? Pero digo yo... ¿Tienes  idea de con quién está hablando?  Veo que  no lees los periódicos, y que no ves la televisión. Entonces te diré...Frente de ti, aunque tú no lo sapas, hay una persona famosa, rica y conocida en medio mundo y, eso, gracias a mis intereses económicos y mis empresas repartidas por todo el continente.
-Es verdad... es verdad. Para llegar a lo que eres  has destruido todos los valores importantes de la vida. La amistad, la familia, el amor. ¿No te arrepientes de haber vivido una vida vacía y superficial? ¿Irte de este mundo sin dejar rastro de compasión o de altruismo?
¿Sin ni siquiera haber sido capaz de transmitir a los demás una parte de tu alma? Con todo el dinero que has ganado hubieras podido hacer del bien si hubieras querido.
¿Sabes que te reducirás a nada? ¿Y serás olvidado para siempre por todo el mundo?
-Mira, amigo... ahora ya está de verdad... Tus patéticos
argumentos me han aburrido. En primer lugar, he vivido…y sigo haciéndolo. Y esperamos que por mucho tiempo, ya que la vida me gusta.
A diferencia de ti… tengo  todavía muchos planes para el futuro. En cuanto a la amistad, son todos unos interesados. Por lo que, nunca he intentado hacer amigos, a revés... siempre los he evitados. ¡La familia! No te digo. Es mejor perderla. Sirve sólo para crearte problemas. Esposa, hijos, nietos...todos exigen. Hablando del amor... Bueno amigo, eso no existe. Se ve en el cine, se lee en los periódicos, pero en la realidad no hay amor. He venido solo a este mundo, y  me iré solo. Nunca he estado interesado por el amor. ¡¿Y los otros?! ... ¿los otros? ¿Quien son los otros? Existen sólo mis obreros que trabajan para mí para hacerme cada vez más  rico. No me arrepiento de nada, y después... tengo siempre tiempo para arreglarlo si quiero.
-Bueno... no siempre tenemos tiempo. De todos modos, pensaba que habías cambiado, pero veo que sigues siendo el mismo hombre, incluso peor. No lo entiendo. Pero ese incidente de hace 15 años, en el que estuviste a punto de morir, ¿no te hizo entender? ¿Cambiar? ¿Querer ser un hombre mejor? Ver, que cerca de ti existe un mundo diferente a lo que estás acostumbrado a vivir.
Si por una predestinación de la vida, estabas casi para perderlo  todo... ¿No crees que esto te haya ocurrido porque tenías  que cambiar algo de ti mismo? ¿No lo has leído como un mensaje de seguir?  ¿Que necesitas para entender que no eres  el dueño absoluto de tu vida? Ni siquiera de tu tiempo.  Pero ¿vives y existe sólo por suerte y no por  mérito?
-¿Y tu quién eres? Pero ¿quién eres para criticar lo que hago y cómo vivo? ¿Has  venido al mundo a juzgar? ¿Eres tu el dueño de mi tiempo? ¡Tu! ¡¿Vestido de esa manera?!
¡Déjeme en paz! ¡Vete! Me has cansado
Mira… que lo me pasó hace años, fue un  incidente; ocurrió porque iba demasiado rápido con el coche, y  aquel estúpido se metió en el medio. Peor para el. Pagó las consecuencias. Aquellos médicos inútiles sentenciaron muy pronto mi veredicto. Y como puedes ver, todavía estoy aquí. El mensaje de la vida, el destino, el caso, la suerte, son todas autenticas chorradas.  Y yo no creo a las chorradas. Eres tu mismo que hace tu destino. La vida te pertenece y tú haces lo que quieres. La vives como quieres. Y cuando algo pasa, no hay mensajes que exista. Tenía que suceder y eso es todo. Tú y solo tú eres  el dueño absoluto del tiempo. ¿Cambiar? ¿Me hablas de  cambiar? ¿Y qué debería cambiar? ¿Mejorar el que? Dime... dime...Eres solo un pobre ingenuo... eso es lo que eres. ¿Tendría que amar solo porque los otros me traicionan? ¿Debería ser más tolerantes para hacer que los demás se beneficien? ¿Debería  dar más confianza porque me roben?  ¿Tendría que dar más por quedarme sin yo?
- Bueno... tienes muchos, sería  imposible acabarlo.
La generosidad es una cosa hermosa. Y quizá te haga sentir mejor.
-No, no- respondió como si lo supiera todo- No, querido mío... Veo que no me conoces.  No voy a caer en estos juegos. Les dejo creer a los  entupidos.
¿Me das estos discursos para pedirme algo verdad? ¿Es así? Me he dado cuenta desde el primer momento. Sois todos iguales. ¿Me dices quién eres y qué quieres? ¿Por qué me haces todas estas preguntas? Acerca de mí, de mi vida, de lo que soy. No recuerdo haberte conocido. Empiezan a aburrirme  tus discursos de buen samaritanos... ¿Eres sacerdote? ¿Un cura? No voy a la iglesia y  no hago donaciones. ¿Qué quieres? ¿Dinero? ¿Quieres comprarte un bocadillo? ¿Una botella de vino para emborracharte?
Si no te vas pronto, voy a llamar a un guardia y hago que te detenga.
-Está bien… está bien… Vamos... No te enojes. No vale la pena. Hacia solo para hablar un poco. Pero, por curiosidad,
ahora que has llegado a ser importante, poderoso y tus cuentas bancarias tienen muchos ceros ¿qué vas a hacer con todo esto, si cuando llega la noche estás sólo en tu casa y ni siquiera tienes un amigo para hablar y compartir tus sentimientos? ¿Qué haces con todo esto dinero? ¿Para que te sirve? Has realizado promesas que no has cumplidos. Has dejado a tu familia en la pobreza, en la miseria. ¿Conoces  la palabra amor? ¿Sabes lo que significa amar? ¿Cómo puedes dormir por la noche,mientras algunos de tus  familiares esta sufriendo? Te has  avergonzado de tu padre, de tu madre, de quien te dio la vida. Te has olvidados de ellos. ¿Crees que tienen el poder de ser invencible? ¿No te da un poco de lastima? Has pensado sólo en tu vida, en tu egoísmo, en tus ambiciones. ...¿No tienes alguna vez, la sensación de haber pasado de este mundo como un don nadie?
-¿Como un don nadie? Pero escucha a este desgraciado... Un don nadie lo será tu. Mira cómo te vistes, mírate en el espejo. Eres patético, feo, sucio. Y dices cosas que no tienen sentido. Parece la copia de mi madre o de mi padre. Ellos, también, con sus sermones, de como debemos ser y de cómo nos  debemos comportar. Me  llenaban la cabeza con estas tonterías. ¿Y qué hicieron en la vida? Nada...no han tenido nada. Morir sereno nada más. No han llegado en nada. Igual que tú, estoy seguro. ¡El mundo! mi querido amigo, lo hacen los  hombres como yo, y no como tu, que  pierdes el tiempo hablando. ¿Y sabes qué? ¿Sabes que te digo? Si quiero cambiar siempre puedo hacerlo.
Pero ahora, me has aburrido. O me dices quien eres  o yo me voy. Ya he perdido demasiado tiempo para responder a tus preguntas sin sentido. Ya no me divierte hablar contigo.
-¿Sin sentido?.. Bueno, amigo mío...- le dijo con una expresión seria en la cara- ya son las 20.00 y el tiempo  ha terminado. Y es justo que te diga quien soy. No tienes más tiempo a tu disposición, ni yo tampoco.  Tenemos que salir y comenzar nuestro viaje. Y en cuanto al paraíso,  creo que por esta vez tendrás que olvidarte de él.
-¿No tengo tiempo? ¿Hablas conmigo? Tengo todo el tiempo que quiero, y no va a ninguna parte. ¿Que es esta historia del viaje? No tengo que viajar a ningún lugar, y menos, con un mendigo como tú. Y del paraíso... - le dijo, riendo  de manera forzada y ruidosa- no me importa nada. Lo decía  sólo para decir. Existe también el purgatorio que me espera.
-Ahora eres tú que no has entendido. Además del Purgatorio, hay algo peor. El tiempo ha terminado, es hora de ir.
-¿Pero tu quien eres?
- No aviso cuando llego, y no tengo sitio ni en el  paraíso ni en el purgatorio por personas como tú. Soy la muerte.
Y el alma pregunta.

martes, 11 de junio de 2013

Dos almas nacidas para estar juntas

 Dedicado a  . . . . . .


Las experiencias vividas y los dolores experimentados me han constreñido desde pequeño a luchar y a defenderme.
Me he acostumbrado a resucitar de las situaciones más duras y difíciles que se me han presentado. A afrontar cada momento con fuerza y determinación para seguir adelante.
También en el amor he sufrido con los sentimientos, las emociones, y la pasión de aquel sentir que vivía dentro de mí y que a veces me rompía el corazón.
Algunas veces me he refugiado detrás de una coraza que me defendía por miedo a que los demás pudiesen hacerme daño. Ese daño que demasiadas veces había sentido.
Pero ahora, después de una vida vivida luchando, por primera vez, tengo ganas de no hacer nada. No tengo ganas de reaccionar para no sufrir delante de aquel sentir que me desgarra el alma y así volver a esconderme de nuevo. No me esconderé más. No huiré ante nada. Dejaré aflorar todo lo que siento, así, pasivamente.
Desde que ella, se ha ido de mi vida, siento que las fuerzas me han abandonado.
Vivo mis días de un modo diferente, en simbiosis con lo que me rodea, sin ningún esfuerzo, sin buscar nada, con la conciencia interior de aceptar todo.
Quiero solo hacer pasar el tiempo. Dar parte de ese tiempo a mi alma, que lo necesita para depurarse y volver a vivir.
Amar no es lo que ocurre entre dos personas, sino cómo vivimos lo que ocurrió. El después…forma parte del antes.
La capacidad de percibir las pequeñas cosas nos trasmite los detalles de los instantes vividos, cargados de una información profunda
Paso los días paseando por las callejuelas del centro, escribiendo, leyendo, siempre con el dolor en el alma y con el pensamiento puesto a ella.
He cometido errores, es cierto, pero aún es demasiado pronto para tirarme desde el precipicio. Tengo que aprender a perdonarme.
A veces, me quedo durante horas y horas tumbado en el sofá mirando la llama de una vela que se mueve, o  camino con los pies descalzos por la arena, inmerso en el silencio de la noche para escuchar el ruido del agua y para sentir el olor del mar.
Me es suficiente ver algo simple y banal que me la recuerde ella para emocionarme. No tengo ganas de salir con los amigos, de encontrar la compañía de una mujer, de buscar por todos los medios no pensar en ella.
Prefiero asistir a este extraño divorcio con la vida, donde el pensamiento abandona el camino de la evidencia y se pierde la sensación de coexistir con los demás.
Quiero pensar, solo para tener la ilusión de sentirla cerca de mí y para no romper aquellos anillos invisibles de una cadena que se crean cuando un hombre y una mujer se aman.
He comprendido con la vida, que el que quiere certezas, se pierde con facilidad. En la vida hay instantes, segundos, qué  un –NO- puede con facilidad trasformarse en un –Si-.
Son estas las señales del cambio. Cuando nuestras certezas y convicciones vienen abatidas, es como volver a nascer. Solo entonces se descubre los miedos, los  deseos, las pasiones, que no pensábamos que existían dentro de nosotros.
En la vida, para crecer, se tiene que tener el coraje de equivocarse, la voluntad de ser, la responsabilidad de elegir, la humildad de pedir perdón y de tener el amor para perdonar.
Algunas veces me he conmovido observando con envidia una pareja que se besa sentada en un banco.
Instantes banales y comunes, pero llenos de significado para un alma que no quiere olvidar.
Todo se revela ante mí de un modo diferente. Las cosas habituales, los lugares habituales, todo ha cambiado.
Aquellas formas de vida que tenían un sentido normal, capturan ahora mi atención.
Me doy cuenta de cómo lo banal, se convierte en extraordinario, dependiendo de los ojos que lo observan, y del alma que lo vive, y de como las pequeñas cosas se transforman en esenciales desde mi sentir.
Volver solo a casa por la noche, y antes de dormir, sentir la presencia de ella, allí a mi lado, y abrazar la almohada, cerrar los ojos,  comenzar a soñar y a pensar que nunca se ha ido.
En ese silencio la veo y escucho su voz, siento el perfume de su pelo, el olor de su cuerpo, entro en la parte más verdadera y más profunda de la vida para descubrir el misterio y la magia que vivía dentro de esa mujer, en su sonrisa llena de alegría. Me gustaría volver a sentirla entre mis brazos.
Como aquella noche que, después haber hecho el amor, nos dormimos cansado en el sofà, abrazados uno al otro.
En algún momento de la noche me desperté y besé su pelo rubio. Era bellísima. Sentía el latido de su corazón, y mi alma,  allí presente, asistía junto a la suya feliz de tanto amor. Hubiera querido parar el tiempo para estar lo máximo posible allí,  a su lado.
Cómo la amaba. No había nada, ni nadie, dentro de mi corazón que hubiera podido sostituir aquellos  momentos llenos de magia.
Ahora, a veces,  cuando me despierto por la mañana y no la  encontró a mi lado, me resulta difícil enfrentarme al día. La vida delante de mí, tiene otro sabor. 
Ya no veo el mundo por lo que es, sino por cómo soy y por cómo  me siento en aquel momento. Todo lo que me rodea es nuevo.
Mientras espero que mi alma vuelva a renacer, una lenta metamorfosis que tiene lugar dentro de mí, se desarrolla con un silencio insólito.
Para amarnos necesitamos tiempo, conocimiento, deseo de hacerlo, tener la valentía de saberse escuchar y juzgarse, y  la  capacidad de defender ese amor delante del mundo.
Si no existe el deseo de querer amar, no puede existir el conocimiento, porque es el mismo deseo el que supera la barrera del pensamiento y deja a la misma alma libre de sentir.
Se tiene che saber escuchar el propio corazón y no escapar de lo que el aconseja. Solo así se llega a un nivel, que trasciende la mente.
Hace mucho que no salgo con una mujer, que no siento el deseo de conocer o de descubrir otro mundo femenino, de sentir una respiración diferente cerca de mí.
Las mujeres, incluso las más bellas, pasan ante mí como si fuesen invisibles.
Estoy tan concentrado en mis recuerdos que su presencia me molesta. Son estas las señales que me comunican que el tiempo que necesito para depurarme es mucho más largo de lo que había imaginado.
Algunas veces, tengo la sensación de sentir su voz entre la gente. La convicción de que incluso en la distancia, ella puede sentir mi deseo de verla, de hablarle, de aclarar este equívoco que nos ha llevado a distanciarnos.
Desde el momento en el que la conocí, acepté las diferencia de nuestras vidas,  de ser, de vivir, el modo de ver las cosas. Diferencias que me atraían y  me estimulaban a acercarme a ella, para penetrar  su océano interior y conocerla más.
A veces, de noche, permanezco durante horas y horas observando el mar en su inmensidad. Tengo la sensación de sentirla y de que también ella, advierta mi presencia.
No ha querido perdonar por miedo a sufrir. Tenía miedo de mi porque sabias que hubiera podido llegar a amarme profundamente. En una sola noche, todo lo que vivimos antes se borró.
Me trasforme ante sus ojos en un hombre al que evitar para no repetir los mismos errores que hizo en su relación anterior.
El miedo de volver a sufrir, y de revivir aquello dolores de los que se había escapado.
Alma mia créeme….Sé lo que has sufrido por lo que has vivido en tu pasado, pero mi intención era hacerte feliz y amarte, y amarte, y amarte para siempre.
No tenías la culpa de tu pasado. No tenias que juzgarme así, con superficialidad, cargando el nuestro encuentro, lo que estábamos viviendo, de un peso tan grande. Ha sido injusto.
Cuando se ama, nos sentimos fuertes y seguros, pero cuando se puede llegar ad amar mucho, somos débiles y frágiles.
Hubiéramos estado feliz juntos, porque un destino ya dibujado quiso que nos encontrábamos. Pero tú no estabas convencida y preferiste irte.
No quiero convencer para vencer, aunque vencer sería tenerte de nuevo en mis brazos, no quiero convencer. Espero solo que este deseo florezca dentro de ti.
Se vuelves significa que una parte de mí te había conquistado; y si no vuelve significa que nunca estuviste a mi lado.
La lección de vida basada en el dolor pasado no tiene que crear un ego que con facilidad se queda al margen.
Las lecciones de la vida sirven para aprender a descifrar las diferencias. Diferencias que tanto nos atraían.
En el momento que crea un muro dentro de ti, pierdes la batalla más importante de la vida. El coraje de volver a amar.
Pero lo que es más importante, pierdes la capacidad de reconocer lo que es bueno y lo que no lo es. Dejas de escuchar a tu corazón, a tu alma, y a las sensaciones que daban vida a tu cuerpo y que te hacían sonreír de alegría; únicamente escuchas a tu mente, que casi siempre está lejos de la felicidad
Cuando, sin decir una palabra, aquella noche te fuiste, y me dejaste allí solo, pensando en ti, el mundo entero me cayó encima.
Te alejaste de mí agarrándote a unos simples pretextos que en la vida de un amor, no tienen ningún peso.
Mi corazón se rompió, y mientras, una tristeza invadía mi ser, y mi alma, que lloraba lágrimas amargas, me preguntaba… ¿Por que?  ¿Por que? ¿Por que  por miedo te escapaste?
Hubiera estado siempre a tu lado, y nunca te habría abandonado. Juntos hubiéramos superado todos los obstáculos, haciendo del nuestro amor algo de único.
La vida me ha enseñado que incluso aquellas personas que más te quieren, te harán sufrir en un momento dado. No podrán evitarlo. Pero lo que cuenta por encima de todo no es el hecho en sí, sino que la persona que realmente te quiere no dejará que transcurra ni un instante para pedirte perdón y reparar su error. Esta es la diferencia que debe ser capaz de reconocer un alma que desea ser amada.
Intento conservar la calma de mis pensamientos, y continuar viviendo según mi filosofía, sin buscar soluciones, darme excusas, o resolver por fuerza el problema.
Dejo que cada cosa suceda, que cada circunstancia que me rodea me alcance de la manera más natural. Confío en que todo este infierno se resuelva, aunque no tengo certezas. Espero sólo que los pensamientos que me atraviesan y que  nacen dentro de mí, me ayuden a entender.
He decidido dejar pasar el tiempo, todo en manos del destino. Creer que si esa mujer ha nacido para mí, para ser mía, nada ni nadie podrán tenerla o quitármela, y volverá a mí. Necesito creer un poco en la fatalidad de la vida que dispone las cosas y que, por arte de magia, hechos y amores que pensábamos imposibles vuelven a nosotros más fuertes que antes.
Me ha costado años de vida para aprender a reconocer el valor de un encuentro envuelto de magia y aprender a no juzgarlo demasiado rápidamente.
Hay momento en que la vida te regala instantes de una belleza inesperada. Momentos envueltos de una luz única.
En esos momentos, todo a tu alrededor es perfecto y la sensaciones que experimentas llenan todo los segundos que vives.
A veces, las cosas más importantes de la vida que nos llegan, se presentan de una forma confundida, y difícil de descifrar. La mente nos engaña y nos ofrece todos los
–quizá- del mundo.
Es necesario la calma y la tranquilidad del alma para aclarar los pensamientos del corazón, que piensa de un modo diferente de la mente.
Quedarse a solas  sin ser distraída  de nada.
Concederse aquel dialogo interior, y darse la posibilidad de encontrar la parte más cierta dentro de si, para no estar confundida. Seguir lo que el alma aconseja.
Todo lo que muere dentro de nosotros, muere porque hemos dejado de soñarlo y de desearlo con la debida fuerza.
Nos hemos rendido ante la evidencia de las circunstancias que a veces nos engañan  y nuestro sueño se desvanece.
Pero la vida no está hecha de evidencias.
El amor no es una evidencia, es una magia que misteriosamente aparece, a veces se va y a veces vuelve más fuerte que antes para ser eterno. Si  nuestras almas han nascido para estar juntas, se encontraran a prescindir de todo, y nadie podrá hacer algo para impedirlo.
Pero lo principal, es que dos alma nacida por estar junta, no pueden vivir lejos una de la otra, y se por un momento una abandona, y  se aleja,  no podrá nunca mas ser felices si no vuelve a su mitad. Por esto fue creada.
Puede ser que un día, después de un largo camino hecho juntos, nos paremos a mirar hacia atrás lo que hemos vivido y nos reiremos por aquellas diferencias que pensábamos insuperable.
Y el alma
pregunta.