La otra noche a volver a casa después del trabajo, fui invadido por una extraña sensación.
Me pasa muy a menudo de encontrarme analizando mi vida, mi historia.
Pero la sensación que tuve esa noche, era diferente a las demás, porque diferente era lo que la había precedido.
Haces días me invitaron a una fiesta privada para celebrar el cumpleaños de una chica que ni siquiera conocía.
Pero la sensación que tuve esa noche, era diferente a las demás, porque diferente era lo que la había precedido.
Haces días me invitaron a una fiesta privada para celebrar el cumpleaños de una chica que ni siquiera conocía.
A mitad de la cena, cuando estaba rodeado de amigos, de la música, y de charlas, me aislé.
Mi alrededor, que hasta ese momento me hacía gracia, de repente cambió. Nada tenía sentido .Todo perdió la importancia.
Las mujeres presentes, aunque hermosas, se hicieron invisibles delante de mis ojos, y los diálogos divertidos de los amigos, se convirtieron en aburridos ruidos.
Mi alrededor, que hasta ese momento me hacía gracia, de repente cambió. Nada tenía sentido .Todo perdió la importancia.
Las mujeres presentes, aunque hermosas, se hicieron invisibles delante de mis ojos, y los diálogos divertidos de los amigos, se convirtieron en aburridos ruidos.
¿Tenía sentido pasar las noches rodeado de gente, y luego al volver a casa, encontrarme más solo que de cuando había salido?
Desde algún tiempo mis pretensiones habían cambiado.
Desde algún tiempo mis pretensiones habían cambiado.
Los escenarios de la vida que se me presentaban ya no me gustaban. Lo que antes me atraía y me hacia divertir, ahora me provocaba tristeza y soledad. Estaba confundido. No lograba entender si era yo que había cambiado, o lo que estaba a mí alrededor no era ya suficiente.
Tal vez el cambio se daba en ambas direcciones.
Tal vez el cambio se daba en ambas direcciones.
Tenía la sensación que una vida vivida sólo para divertirse se convierte con el tiempo en una vida sin sentido. Desprovista de significado, de profundidad, de espesor.
Se reduce a una superficie lisa, plana, e inútil, donde todo se parece.
He vivido por gran parte de mi tiempo bajo este estilo de vida. Y aunque a veces, sentía que carecía de las bases para crecer, me dejaba llevar.
Se para entender un efecto se tiene que conocer la causa que lo precedió, mi inquietudes eran los efectos de esas causas vivida anteriormente.
Si el sabor, el olor, el ver, el entender, el percibir el aroma de la vida es diferente por cada persona, significa que todo es neutral y no hay una sola verdad.
Así que la vida de muchos hombres, aunque fascinante como lo era la mía, vista por los demás, puede ser fantástica solo para aquellos que la viven.
He vivido por gran parte de mi tiempo bajo este estilo de vida. Y aunque a veces, sentía que carecía de las bases para crecer, me dejaba llevar.
Se para entender un efecto se tiene que conocer la causa que lo precedió, mi inquietudes eran los efectos de esas causas vivida anteriormente.
Si el sabor, el olor, el ver, el entender, el percibir el aroma de la vida es diferente por cada persona, significa que todo es neutral y no hay una sola verdad.
Así que la vida de muchos hombres, aunque fascinante como lo era la mía, vista por los demás, puede ser fantástica solo para aquellos que la viven.
Un teatro, una puesta en escena, en la que yo recitaba mi parte, como uno de los muchos actores.
Pero la vida real estaba fuera de ese teatro.
Sólo bajando los peldaños de aquel palco podía adquirir sus verdades y detener uno estilo de vida, que me dejaba, cada vez que volvía a casa, el sabor amargo de un café sin azúcar.
Quería dar respuestas concretas a mis preguntas, sin evitar nada de lo que acontecía dentro de mí.
Pero la vida real estaba fuera de ese teatro.
Sólo bajando los peldaños de aquel palco podía adquirir sus verdades y detener uno estilo de vida, que me dejaba, cada vez que volvía a casa, el sabor amargo de un café sin azúcar.
Quería dar respuestas concretas a mis preguntas, sin evitar nada de lo que acontecía dentro de mí.
Concentrarme en esos momentos, era concentrarme en la vida, que no era otra cosa que la repetición de los mismos.
No quería quedarme como un estúpido, agarrado al amor de mi mismo, sin tener la valentía de ponerme en juego.
No quería quedarme como un estúpido, agarrado al amor de mi mismo, sin tener la valentía de ponerme en juego.
Me di cuenta de que el amor no es un sentimiento que se puede explicar, se tiene que vivir, y para amar de verdad se tiene que ser uno mismo. Ser uno mismo significa no someter el propio ser, a una categoría exterior, que quiere esta condición para aceptarte.
Escaparse de las propias criticas, significa pararse, detener el propio crecimiento interior y convertirse en un hombre común, banal, y corriente.
Escaparse de las propias criticas, significa pararse, detener el propio crecimiento interior y convertirse en un hombre común, banal, y corriente.
Yo quería ser un protagonista de la vida, y no un simple espectador. Conocer qué hombre vivía dentro de mí.
Cada uno de nosotros desde el nacimiento tiene un ser que vive en su interior. No contaminado por el mundo, espera de salir. El secreto de amar y de ser amado, es dejarlo en libertad y no reprimirlo.
Así que, empecé a hacer mella de la imagen que me había construido.
Cada uno de nosotros desde el nacimiento tiene un ser que vive en su interior. No contaminado por el mundo, espera de salir. El secreto de amar y de ser amado, es dejarlo en libertad y no reprimirlo.
Así que, empecé a hacer mella de la imagen que me había construido.
Me di cuenta de que todo estaba conectado por hilos invisibles que tenia que romper si quería volver a nacer.
No hay una ciencia exacta que pueda medir la distancia entre lo que se vive, y lo que nos llevará a esta forma de vida. Buscar la certeza de futuro, para evitar el sufrimiento y analizar todo de una manera puramente mental, había creado inseguridad e infelicidad en mí. Había destruido mi capacidad de dar alegría, y de disfrutar de las pequeñas cosas, borrando el lujo y el privilegio de amar.
Había perdido la capacidad de dejarme llevar de mis emociones. De bañarme en esos sentimientos, y de sumergirse en el mar de la alegría.
Mis dogmas, y la falta de tolerancia, me habían llevado a tener una relación alejada con todo lo que me rodeaba.
No lograba más enamorarme con la luz, y con el entusiasmo que el amor exigía.
Se creaba en mi interior una dinámica de raciocinio que instituía esa falta de armonía de gestos, de palabras, de conductas, con la que acababa perdiendo la mujer que deseaba. Nuestra relación se empantanaba en la nada.
No hay una ciencia exacta que pueda medir la distancia entre lo que se vive, y lo que nos llevará a esta forma de vida. Buscar la certeza de futuro, para evitar el sufrimiento y analizar todo de una manera puramente mental, había creado inseguridad e infelicidad en mí. Había destruido mi capacidad de dar alegría, y de disfrutar de las pequeñas cosas, borrando el lujo y el privilegio de amar.
Había perdido la capacidad de dejarme llevar de mis emociones. De bañarme en esos sentimientos, y de sumergirse en el mar de la alegría.
Mis dogmas, y la falta de tolerancia, me habían llevado a tener una relación alejada con todo lo que me rodeaba.
No lograba más enamorarme con la luz, y con el entusiasmo que el amor exigía.
Se creaba en mi interior una dinámica de raciocinio que instituía esa falta de armonía de gestos, de palabras, de conductas, con la que acababa perdiendo la mujer que deseaba. Nuestra relación se empantanaba en la nada.
Las pequeñas cosas de la vida, sin importancia, destacaban para mí, como una base esencial para seguir adelante. Me convertía en un juez implacable atento al más mínimo error. Siempre dispuesto a criticar.
No entendía que el principio del amor es dejar que la otra persona sea ella misma, de lo contrario amaremos sólo lo que vemos como reflejo de nosotros.
Cuando se tiene miedo a amar por temor a ser decepcionado, vivimos en nuestra alma una metamorfosis.
No entendía que el principio del amor es dejar que la otra persona sea ella misma, de lo contrario amaremos sólo lo que vemos como reflejo de nosotros.
Cuando se tiene miedo a amar por temor a ser decepcionado, vivimos en nuestra alma una metamorfosis.
Un cambio profundo de nuestros sentimientos.
Nos alejamos de la posibilidad de estar presente en cualquier situación. Y nos hacemos viejos.
Sólo después, con el pasar del tiempo logré hacerme más accesible. A aceptar que un destino ya ha estado escrito. A no luchar contra todo lo que me rodeaba, pero a tratar de superarlo. Como el río que baja de la montaña, evita la grande roca pasando a su alrededor.
Fue entonces cuando una noche saliendo de un restaurante la vi. La reconocí de inmediato.
Crucé los ojos con mi alma gemela. Con la mujer que se convertiría en la mujer de mi vida.
Con ella, las palabras que pronunciaba, los gestos, las miradas, las caricias, todo tenía un significado nuevo y diferente.
Sólo después, con el pasar del tiempo logré hacerme más accesible. A aceptar que un destino ya ha estado escrito. A no luchar contra todo lo que me rodeaba, pero a tratar de superarlo. Como el río que baja de la montaña, evita la grande roca pasando a su alrededor.
Fue entonces cuando una noche saliendo de un restaurante la vi. La reconocí de inmediato.
Crucé los ojos con mi alma gemela. Con la mujer que se convertiría en la mujer de mi vida.
Con ella, las palabras que pronunciaba, los gestos, las miradas, las caricias, todo tenía un significado nuevo y diferente.
Solo en aquel entonces entendí que para ser capaces de reconocer el alma correspondiente, tenía que abrirme y liberarme de miles de temores, de miles actitudes, de miles de lógicas que me llevaban por mal camino.
Tener el valor de vivir la pasión, significaba superar la propia naturaleza incompleta. Abrir un espacio, donde lo que había sido creado para mí, lograba insertarse.
Tener el valor de vivir la pasión, significaba superar la propia naturaleza incompleta. Abrir un espacio, donde lo que había sido creado para mí, lograba insertarse.
Amar es una oportunidad que la vida presenta a cualquiera, para poder madurar, crecer y conseguir algo más que ser solo sí mismos.
Amar no es hacer pasar el tiempo para crear un proyecto en conjunto. Amar es el mismo proyecto.
No es la unión de dos seres inacabados. Pero si es el encuentro de dos almas que iban buscándose.
Amar no es hacer pasar el tiempo para crear un proyecto en conjunto. Amar es el mismo proyecto.
No es la unión de dos seres inacabados. Pero si es el encuentro de dos almas que iban buscándose.
El peligro en el amor, no procede nunca de lo que es diferente, pero de lo que es semejante. Y eso porque, las certezas buscada, apagan la llama del deseo y impiden a la propia alma de encender el fuego dentro de nosotros.
Y si a veces el amor llega acompañado de dificultades, problemas y obstáculos, el superarlos, hará de este amor, algo fuerte, algo único, algo indestructible, y se creerá entre lo dos amante una complicidad profunda como un océano. Como la perla más pura, y de gran valor, se esconde protegida en la hondura del mar, y solo con un grande esfuerzo se puede conseguir, también el amor exige el coraje para ser vivido.
La capacidad de dar, es la posibilidad de ser feliz. La
La capacidad de dar, es la posibilidad de ser feliz. La
capacidad de perdonar es la nobleza del alma. La capacidad de empezar de nuevo, es creer en lo que vivimos.
Sólo así la puerta para que algo de hermoso entre, se puede abrir. El amor es una frontera en medio de dos puertas, se una no se cierra la otra no puede abrirse.
La vida en algún momento regala a cada uno de nosotros la oportunidad de ser eternamente feliz con su alma gemela, que está frente de ti con la esperanza de que puedas reconocerla. Y lo peor que puede pasar en la vida, no es el no ser amado, sino no tener dentro de sí la capacidad de amar, y aun peor, el no tener la capacidad de reconocer el alma gemela.
Y el alma pregunta.
Y el alma pregunta.